Desarrollo de un embarazo de 40 semanas

En cualquier momento un nuevo miembro llegará a la familia

Bebe
Tan chiquitito, que poquito que falta para tenerlo entre tus brazos.
Foto cortesía de Jenice Ray

La edad gestacional del feto en un embarazo de 40 semanas, es de 38 semanas. El parto se desencadenará entre esta semana y la 42, sino habrá que inducirlo.

Tamaño del bebé

Su tamaño es de, aproximadamente, 51 centímetros (20 pulgadas).

Analogía del bebé con algo

A las 40 semanas de embarazo, el tamaño del bebé es similar al de una sandía grande.

Peso del bebé

Su peso es, aproximadamente, de 3 kilos y 500 gramos (7 libras).

Tamaño de la panza, altura uterina

La altura uterina en la semana 40, está entre los 38 y los 40 centímetros.

Estudios aconsejados para esta altura del embarazo

En esta semana si aún no se ha producido el parto, el ginecólogo procederá a monitorizar a la futura mamá, sus contracciones, al bebé y su ritmo cardíaco.

A través de la monitorización fetal se analiza la respuesta del bebé a las contracciones de la madre y se determina si existe sufrimiento fetal que haga inminente la inducción del parto o la realización de una cesárea. De lo contrario se esperará hasta la semana 42 y ahí si aún el bebé no ha nacido sí se procederá a la inducción.

Síntomas en la embarazada

La semana 40 es la fecha en que en teoría tendría que desencadenarse el parto, sin embargo, esto sólo sucede en un 5 % de los casos, en el 95% restante se da entre los 10 días anteriores o los 5 posteriores a la fecha indicada para el parto.

En esta semana el bebé ya está en posición para el parto y ha alcanzado su máximo peso y crecimiento. Ejerce mucha presión sobre la vejiga, lo que aumentan las ganas de orinar con frecuencia.

Es muy posible que el cuello del útero ya esté dilatado. Sólo resta estar muy atentas a las señales que indican que el trabajo de parto ha comenzado: Romper la bolsa, perder sangre (roja y brillante), tener contracciones regulares e intensas (más de 5 por hora).

El desarrollo físico del bebé a las 40 semanas del embarazo

El bebé está listo para nacer. Sus órganos están totalmente desarrollados y su crecimiento ha llegado al máximo.

Si bien se desconoce qué es con exactitud lo que desencadena el parto, se sabe que los pulmones del bebé y la placenta de la madre son los que lo sincronizan. Al estar maduros los pulmones, segregan una proteína que hace que la placenta disminuya la producción de progesterona y aumente la de oxitocina, que es la que regula las contracciones uterinas e inicia el trabajo de parto. Además ejerce una función muy importante: Bloquea los recuerdos dolorosos del parto, lo que hace que la mujer al poco tiempo desee quedar embarazada nuevamente y pasar otra vez por la maravillosa experiencia de dar vida.

Complicaciones frecuentes en la semana 40 del embarazo

  • La rotura prematura de membranas
  • La (placenta previa) suele presentarse en el tercer trimestre
  • La hipertensión (preeclampsia y eclampsia)
  • La diabetes gestacional es una de las complicaciones en el tercer trimestre
  • El desprendimiento prematuro de placenta

Aspectos psicológicos de la madre y su entorno

Falta nada para el nacimiento del bebé. La madre está muy ansiosa, nerviosa y con las emociones a flor de piel.

Siente por u lado grandes deseos de que nazca su bebé y por otro teme mucho al parto, al dolor, a ser una buena madre y a los grandes cambios que la maternidad traen a la vida de cualquier mujer.

Más que nunca la contención, compañía y apoyo familiar y de la pareja son fundamentales para la embarazada. Ya que los momentos que se aproximan serán para ella únicos e irrepetibles y es bueno que los viva de la manera más relajada y acompañada por sus seres queridos.