Eyaculación femenina
Durante décadas se pensó que era orina o excesiva lubricación vaginal, por lo que muchas mujeres se avergonzaban al eyacular cuando alcanzaban el orgasmo
Durante décadas se pensó que era orina o excesiva lubricación vaginal, por lo que muchas mujeres se avergonzaban al eyacular cuando alcanzaban el orgasmo
La eyaculación femenina se trata de una secreción vaginal, diferente a la lubricación que experimenta la mujer durante la excitación para facilitar la penetración, que según se cree es liberada desde la glándula de skene que se encuentra dentro de la uretra (semejante a la próstata en los hombres), durante el acto sexual cuando experimenta el orgasmo.
Controversia acerca de la eyaculación femenina durante gran parte del Siglo XX
La eyaculación femenina fue un tema bastante discutido y polémico durante gran parte del siglo XX, ya que durante mucho tiempo se creyó que se trataba de orina o de los fluidos vaginales producto de la excitación y se desconocía la posibilidad de que se tratara de una eyaculación. Tal vez debido a la cultura machista hegemónica y patriarcal dominante en la que han estado insertas durante las últimas décadas las mujeres, a la estricta educación recibida, la falta de información, la ignorancia y el desconocimiento de su propio cuerpo, no tenían claro ha que respondía este fenómeno, al que muchas atribuían a una incontinencia urinaria.
Muchas mujeres se avergonzaban y lo sentían como algo extraño, negativo, antinatural que condicionaba sus relaciones sexuales, el placer y el disfrute de las mismas, dado que debido al desconocimiento tanto de ellas como de sus parejas, lo relacionaban con pérdidas de orina.
Hasta que algunos investigadores posteriormente a la década de los 80, se dedicaron a estudiar el fenómeno en detalle y llegaron a la conclusión de que en algunos casos existe la expulsión de una secreción vaginal, además de la lubricación vaginal propiamente dicha, que se trata de la eyaculación femenina.
Clínicamente se puede diagnosticar que se trata de eyaculación y no de orina, descartando así la incontinencia urinaria, tomando una muestra del fluido y analizándolo microscópicamente.
No hay que confundir la eyaculación ni con orina ni con los fluidos vaginales que lubrican la zona para facilitar la penetración, ya que difieren de ambos tanto física como químicamente. Su expulsión por la uretra descarta que sea lubricación y la composición química es diferente a la de la orina y similar a la del fluido que conforma el semen.
No todas las mujeres eyaculan y eso no implica que no gocen de la relación sexual o que no lleguen al orgasmo, en tanto hay otras que despiden grandes cantidades de fluido, sobre todo aquellas que conocen las técnicas de estimulación del famoso punto G. Además es importante tener en cuenta que aquellas que eyaculan no necesariamente lo hacen todas las veces que alcanzan el orgasmo.
La eyaculación femenina segregada en cantidades pequeñas posee un aspecto mucoso, de color claro, blancuzco, similar a la leche o amarillento. Cuanto más abundante es la secreción, más translucido es su color.
Muchas mujeres y sus parejas disfrutan mucho del descubrimiento de la eyaculación femenina y experimentan diversas posiciones del Kamasutra que logren una buena estimulación del punto G y así lograr el orgasmo y junto con él, quizás, la eyaculación y el máximo placer para ambos.