Ciertos dibujos animados afectarían cerebros de niños negativamente
Algunos programas de televisión para niños pueden ser nefastos para sus cerebros de acuerdo con un nuevo estudio que analizo el comportamiento de los menores luego de ver dibujos animados por un corto tiempo.
Investigadores de la Universidad de Virginia mostraron a un grupo de 60 niños de 4 años fragmentos de 9 minutos de la serie Sponge Bob (Bob Sponja). Los expertos luego testearon la memoria de los niños y sus habilidades de pensamiento, y procedieron a comparar sus puntajes con la de otros niños, quienes también vieron dibujos educativos de ritmo lento o dibujaron imágenes con crayolas y plumones (marcadores).
Los niños en edad pre escolar que vieron los programas de ritmo rápido obtuvieron peores resultados en los tests que los otros dos grupos, quienes obtuvieron cerca del mismo puntaje. Los investigadores sospechan que el cerebro se sobrecarga o cansa de toda la estimulación de las caricaturas animadas, lo que eventualmente conduce a puntajes más bajos.
Sin embargo, lo que esto significa para los niños en el largo plazo es todavía una interrogante. Otros estudios encontraron una relación entre ver televisión en demasía y problemas con la capacidad de atención de los niños, especialmente en niños pequeños, mientras que otros estudios no han encontrado lo mismo. Algunos investigadores están preocupados debido a que la habilidad de concentración y de no distraerse por lo general molda la forma en que los niños de desenvuelven en la escuela.
Series de televisión animadas que no deben ver los niños
De acuerdo con algunos estudios, los niños en edad pre escolar ven al menos 90 minutos de televisión al día. Otros investigadores estiman que los pequeños de la casa ven televisión entre dos y cinco horas diariamente.
La Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda a los padres “limitar el tiempo total de los niños a los medios de entretenimiento a no más de 1 o 2 horas de programación de calidad al día” y “desalentar el ver televisión para niños menores a 2 años” enteramente.
“No podemos decirle definitivamente desde un punto de vista científico cuales son los efectos en el largo plazo, sin embargo este es un estudio pequeño -que de ser confirmado- sugiere que podría ser un problema real”, explica el Dr. Dimitri Christakis , director del centro de Salud Infantil, el Comportamiento y el Desarrollo en la Universidad de Washington en Seattle y autor de un editorial en la revista Pediatrics.
Las mejores caricaturas animadas
Christakis y otros investigadores dicen que cuando el cerebro del niño, que todavía está en desarrollo, es bombardeado con demasiada estimulación, puede interferir con la habilidad de enfocarse adecuadamente. Asimismo sugiere que los padres mantengan un ojo en lo que sus niños están viendo.
El objetivo de este estudio y otra gran parte de la investigación en medios es que lo que sus niños ven es tan importante como la cantidad que ven. No se trata solo de apagar el televisor, se trata de cambiar el canal, dijo Christakis
.
El canal Nickelodeon, propiedad de Viacom Internacional, responsable de la producción de los dibujos animados “SpongeBob SquarePants” envió un comunicado a CNN al respecto. “Hacer que 60 niños no diversos, quienes no son parte del objetivo del programa, vean 9 minutos de programación es una metodología cuestionable. No podría servir como base para ningún hallazgo válido en que los padres puedan confiar”. Señaló asimismo que la caricatura SpongeBob está diseñado para niños entre los 6 y 11 años, no 4 años como los incluidos en el estudio.
Los dibujos animados influyen en las preferencias alimenticias de los más pequeños
Sin embargo, Christakis aduce que la metodología de la investigación es sólida, y aunque el estudio es pequeño, su diseño es más fuerte que investigaciones previas, con significantes resultados.
“El mensaje importante aquí es que el contenido que se está viendo realmente importa. Muchos, muchos padres tienen reglas sobre la calidad de la programación que sus niños ven, pero muy pocos tienen restricciones sobre lo que ven”, puntualizó el galeno.
Este estudio fue publicado en el jornal de pediatría de la AAP.