Malos hábitos y bajo rendimiento escolar en niños y adolescentes
Los malos hábitos de salud y las conductas inapropiadas se asocian con bajo desempeño escolar y académico. Los estudiantes que tienen bajas calificaciones, suelen ser más propensos al consumo de drogas, alcohol, inicio sexual temprano entre otras conductas de riesgo.
Los malos hábitos de salud y las conductas inapropiadas se asocian con bajo desempeño escolar y académico. Los estudiantes que tienen bajas calificaciones, suelen ser más propensos al consumo de drogas, alcohol, inicio sexual temprano entre otras conductas de riesgo.
Los malos hábitos de salud y las conductas inapropiadas se asocian con bajo desempeño escolar y académico. Los estudiantes que tienen bajas calificaciones, suelen ser más propensos al consumo de drogas, alcohol, inicio sexual temprano, entre otras conductas de riesgo.
Existen varios estudios e informes de especialistas que certifican la existencia de una relación entre los malos hábitos de conducta y de salud y el bajo rendimiento académico en niños y adolescentes. Una dieta desequilibrada, falta de descanso, sedentarismo, inicio sexual temprano, etc., son algunos de los factores que se asocian con malas calificaciones escolares.
¿Qué dicen los estudios?
1 Estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos
Según una encuesta del CDC realizada en 2015 y publicada en la edición del pasado 8 de septiembre de la revista Morbidity and Mortality Weekly Report, los estudiantes de secundaria de Estados Unidos que tenían bajas calificaciones, manifestaban una mayor predisposición a los hábitos poco saludables en comparación con aquellos cuyo desempeño escolar era bueno.
Los investigadores analizaron los datos de la encuesta, encontrando comparativamente con los alumnos que obtenían buenas calificaciones (A), que los que tenían malas calificaciones (D y F), presentaban mayores probabilidades de:
- Uso de drogas ilegales inyectables.
- Tener cuatro o más compañeros(as) sexuales.
- Faltar a la escuela por lo menos un día en el mes anterior a la encuesta por problemas relacionados con la seguridad.
Comparativamente con los alumnos de malas calificaciones (D y F), los que obtenían las mejores calificaciones (A), manifestaban mantener hábitos saludables como, por ejemplo:
- Desayunar todos los días.
- Realizar actividad física durante 1 hora, 5 días por semana.
La directora del CDC, Dra. Brenda Fitzgerald, explica al respecto:
…estos hallazgos enfatizan la conexión entre la salud de los estudiantes y los logros académicos. Las escuelas, los padres y las comunidades pueden trabajar juntos para asegurarse de que sus hijos tengan un futuro saludable y exitoso.
2 Estudio en La Habana, Cuba
Un estudio realizado a los 1.129 alumnos de una Escuela Secundaria Básica del Municipio Habana Vieja en Ciudad de La Habana, durante el curso 2003-2004, encontró una asociación entre determinados hábitos poco saludables y el bajo desempeño escolar:
- Jugar videojuegos.
- No desayunar.
- No consumir vegetales.
- No jugar en espacios abiertos, al aire libre.
- No leer.
- Inicio sexual antes de los 14 años.
- Tener varias parejas sexuales.
- Malas relaciones interpersonales incluyendo pares, familiares y profesores.
- Asistencia frecuente a discotecas.
- No usar preservativo.
- Conductas violentas hacia los demás.
- Pensamientos suicidas como medio de resolución de problemas.
3 Estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México
Los investigadores Jorge Raúl Palacios Delgado y Patricia Andrade Palos, de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México, realizaron un estudio en el que seleccionaron una muestra de 1.000 estudiantes de entre 14 y 22 años de una escuela pública de educación media superior del Distrito Federal de México. La muestra estuvo compuesta por 485 hombres y 515 mujeres.
Algunos de los resultados, publicados en la Revista de Educación y Desarrollo en la edición de octubre-diciembre de 2007, señalan:
…los adolescentes que mostraron un bajo promedio académico presentan mayores puntajes en la frecuencia de las conductas de riesgo (consumo de tabaco, alcohol y drogas, intento de suicidio, presentan altos puntajes en agresión, comportamiento antisocial, robos y conducta delictiva)…
…los adolescentes que se involucran en actividades escolares y académicas, tendrán pocas oportunidades potenciales para experimentar con el consumo de sustancias adictivas, la conducta sexual, intentar suicidarse y presentar conducta antisocial, lo cual derivará en conductas más positivas y saludables.
La importancia de los buenos hábitos en el rendimiento escolar
1 Buena alimentación
Juan Antonio Nevares Contreras, coordinador de Nutrición y Dietética en la Delegación Durango del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), señaló la importancia que tiene el desayuno en el desempeño académico de niños de entre 6 y 12 años, ya que según indicó, es en esta etapa cuando más se acelera el proceso de crecimiento (hasta 8 veces más).
El doctor Luis Ros, jefe de la unidad de Gastroenterología y Nutrición Infantil del Hospital Miguel Servet de Zaragoza y coordinador del estudio The Open Nutrition Journal -realizado en colaboración con Laboratorios Abbott a una muestra de 1.101 niños de entre 3 y 6 años de siete colegios de Madrid-, arribó a la siguiente conclusión:
Incluso en niños de países desarrollados existe una relación entre los malos hábitos alimentarios y un rendimiento escolar pobre.
2 Práctica regular de ejercicio físico
Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) analizaron datos de 2.000 estudiantes de entre 6 y 18 años para ver cómo repercutía el ejercicio físico en su rendimiento académico.
Irene Esteban-Cornejo, coordinadora de la investigación y miembro del departamento de Educación Física, Deporte y Motricidad Humana de la UAM, explica sobre los hallazgos obtenidos:
Una mejor respiración alienta la comunicación entre las células y la habilidad motora favorece la concentración.
Tener una buena salud cardiorrespiratoria y coordinación motora pueden, hasta cierto punto, reducir el riesgo del fracaso escolar.
3 Suficientes horas de sueño
Los niños y adolescentes deben dormir, aproximadamente, entre 8 y 10 horas cada noche para que se produzca la regeneración de las neuronas y se secrete la hormona del crecimiento. Sin embargo, el 50% de ellos duerme un 20% menos de lo que debería.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid sobre la incidencia de la falta de sueño en el rendimiento académico, encontró que en los adolescentes existe una concentración de horas de sueño en los fines de semana que no recupera la carencia que se produce en los días de semana.
El profesor de Psicología Diferencial, Juan F. Díaz-Morales, explica en relación a este tema lo siguiente:
Las adolescentes tienden a dormir más los fines de semana -respecto a los días de diario y comparadas con los chicos-, por lo que experimentan un mayor jet lag social.
En un trabajo realizado en 2014 por el Centro Educativo Particular San Antonio de Padua de Lima, Perú, titulado Horas de sueño… Y rendimiento escolar, se señala lo siguiente:
Este déficit de sueño perjudica el rendimiento académico, el desarrollo y el crecimiento. Origina problemas de hiperactividad e impulsividad; cambios en el estado de ánimo. Si no se duerme bien, usualmente, se está mal humorado e irritable.
El rol de los padres y educadores
Los buenos hábitos de salud y conducta de niños y adolescentes son responsabilidad de los padres. Son ellos los encargados de transmitirlos y enseñarlos con la palabra, pero sobre todo con el ejemplo.
Suele suceder que en ocasiones se escucha a padres lamentar las malas conductas y opciones de sus hijos, desentendiéndose absolutamente de las responsabilidades que han tenido en ellas, ya sea por acción u omisión.
Padres y educadores deben estar atentos a las señales indicadoras de potenciales riesgos para actuar adecuadamente ante ellas. Por ejemplo, cuando tienen experiencias con el consumo abusivo de drogas o alcohol, se involucran en situaciones violentas o prácticas peligrosas.
Para evitar lamentos a corto, mediano y largo plazo, lo ideal es inculcar a nuestros hijos hábitos y conductas saludables, que van a repercutir favorablemente en todos los ámbitos de sus vidas.