La leche materna es bastante importante para la nutrición del niño, pero puede convertirse en foco infeccioso si no se manipula correctamente una vez extraída del pecho.
No obligarle pero ser perseverante, crear un ambiente agradable entorno a la comida, predicar con el ejemplo, agregar los nuevos alimentos de forma gradual y hacer al niño participe del proceso de compra y elaboración de la comida es de gran ayuda.