La sexualización de las niñas
Cada vez con más frecuencia las niñas se convierten en mujercitas en miniatura por su forma de vestir, actuar y moverse.
Cada vez con más frecuencia las niñas se convierten en mujercitas en miniatura por su forma de vestir, actuar y moverse.
Las imágenes de las niñas asociadas a connotaciones cada vez más sexuales (minifaldas, tacones, maquillaje, extensiones, etc.) se han vuelto muy frecuentes en los medios masivos de comunicación y en el marketing utilizado para vender productos dirigidos a ese público objetivo. Lo que antes tal vez era inofensivo: Que una niña se disfrazara de mujer, hoy es un tema de cuidado, puesto que esos disfraces se han vuelto la indumentaria cotidiana, parte del guardarropas infantil, con la que van todos los días a la escuela, vestidas como mujeres en miniatura.
En este marco existe una creciente preocupación por parte de los especialistas en estas temáticas, entre ellos psicólogos, que han comenzado a interiorizarse e investigar el asunto de la sexualizadión de las niñas.
Es así que la Asociación de Psicólogos Americanos (APA) presentó un reporte en el que señala que esta forma utilizada por la publicidad y el marketing, de colocar a las niñas como objeto sexual, está afectando su desarrollo físico y mental.
En la actualidad se fabrican muñecas semidesnudas, con minifaldas, tacones, plumas; extensiones para el cabello y pestañas y uñas postizas para niñas; los programas de televisión promueven los concursos de belleza y de baile infantiles en donde se muestran a niñas con atuendos provocativos, ropa interior sexy, realizando danzas y movimientos corporales muy eróticos y sexuales.
Las casas de ropa infantil para niñas y adolescentes, cada vez se asemejan más a las de dama, ya no existe una diferencia muy marcada entre lo que es moda para niñas y moda para mujeres.
Los especialistas de la Asociación de Psicólogos Americanos (APA) analizaron críticamente programas de TV, publicidad, películas, juguetes, vestimenta dirigida a las niñas, y definieron la sexualización de las niñas como la primacía de valores asociados directamente al atractivo físico y sexual, a las niñas como objeto sexual, lo que deja en un segundo plano otras características de la personalidad como ser la simpatía, la amabilidad, generosidad, etc.
La sexualización de las niñas, es decir, las imágenes de éstas asociadas a connotaciones sexuales pueden resultar riesgosas para la salud física y emocional de las niñas. Entre los riesgos que conllevan se incluyen: Trastornos alimenticios bulimia, anorexia), depresión, baja autoestima, comportamiento sexual de alto riesgo, etc.
Según la doctora Cecilia Ruiz, académica de la Universidad de los Andes y miembro del directorio de la Sociedad Chilena de Psiquiatría y Neurología Infantil y Adolescente, el informe de la Asociación de Psicólogos Americanos (APA), surge de la preocupación de ver que algunos problemas y enfermedades características de la adolescencia como los trastornos de la alimentación, potenciados por el miedo a engordar y el culto al cuerpo perfecto, comenzaban a hacerse frecuentes entre niñas muy pequeñas.
Según señala la Dra. Ruiz, el gran tema actual es que además del bombardeo de la publicada y el marketing que fomenta la imagen de niñas sexualizadas convertidas cada vez más en objeto, las madres de hoy son mucho más consumistas, preocupadas por la estética, el cuerpo, la imagen; cosa que no pasaba en décadas anteriores. Por lo cual, sus hijas interiorizan esa imagen de la mujer muy preocupada únicamente por lo físico como la esencia de lo femenino.
Un ejemplo de lo dicho en el párrafo anterior, es la historia de una madre de dos niñas de 4 y 7 años de edad, que cuenta que al escuchar hablar a otros padres de Bibbidi Bobbidi Boutique, la peluquería de Disney un salón de belleza en donde a las niñas se las maquilla, se les colocan extensiones, laca en el cabello, se les hace manicure, etc., se le ocurrió llevar a sus hijas, pese a que ellas ni siquiera sabían de la existencia de ese lugar por lo cual nunca le habrían pedido que las llevara.
Hace algún tiempo se llevó a cabo en Milán, un congreso de psicología denominado Fashion, image and identity (Moda, imagen e identidad), del que participó María Elena Larraín, directora de la Escuela de Sicología de la Universidad Los Andes, quien expuso que en la actualidad madres e hijas visten de igual forma y para algunas hijas esto lo viven como una agresiva competencia y lejos de los que algunas madres creen, les gustaría tener una madre menos amiga, menos focalizada en su estética y más en su maternidad.
Muchas veces son las madres y no el medio, las que imponen a sus hijas un ideal, un esteriotipo de belleza, al incitarlas, estimularlas a usar cierta ropa, el cabello de tal forma, pintar sus uñas, etc. Las niñas y adolescentes por momentos desconocen que vestirse de determinada manera las sexualiza, las convierte en objetos sexuales y sus madres en lugar de asesorarlas, ayudarlas y guiarlas, por seguir la moda las impulsan a vestirse en ocasiones como mujeres demasiado sexies y no como niñas.
Incluso un extremo pero que forma parte de la realidad, es que hay madres que ofrecen a sus hijas llevarlas a clínicas de cirugía estética para realizar algún tratamiento o intervención para mejorar su cuerpo. También durante algún tiempo se impuso una moda en la que las quinceañeras pedían para su cumpleaños la cirugía de mamas.
El informe de la APA, aconsejó sustituir las imágenes sexualizadas por imágenes en que aparezcan niñas con actitud de niñas, realizando actividades propias de su edad y desplegando positivamente sus capacidades.
El tema de la sexualización de las niñas es un tema complejo y muy serio, en el que tanto los padres, profesionales en educación, sexualidad, pediatría, psicología, la salud en general., deberían reparar y esforzarse por ayudar, intentando minimizar el impacto que todo esto puede tener en la futura vida emocional y sexual de estas niñas.
Algunas sugerencias para evitar la sexualización de las niñas:
La psicóloga Pilar Bustamante de la Clínica Santa María de Santiago de Chile ofrece algunas recomendaciones para impedir la sexualización de las niñas:
- Las madres deberían de realizar un análisis de qué trascendencia dan ellas al tema estético, corporal, físico, etc.
- Al ser las madres las primeras en escoger la ropa que vestirán sus hijas, deben ser muy cuidadosas al momento de hacerlo. Puesto que la ropa de niña y de mujer es cada vez más igual, pero ello no implica que tengan que seguir la moda a raja tabla, se pueden hacer excepciones cuando una prenda no es del todo acorde para la edad de la niña
- Dejar que las niñas viva cada etapa de su vida sin quemarlas de antemano, no apresurar su desarrollo, dejar que disfruten de su infancia. Actualmente las niñas pasan mucho antes a la pubertad y la adolescencia, comienzan a tener sexo más precozmente y el embarazo adolescente es un problema. Por ello, es preciso que cada cosa pase a su debido tiempo y que no se fomente o estimule por parte de las madres el adelantarse una etapa que aún no llega
- No delegar la responsabilidad en la crianza de los hijos en niñeras, escuela, grupo de pares, porque las consecuencias de ello no van a ser positivas. Es necesaria la comunicación, el amor y los límites para criar niños sanos física, emocional y mentalmente y felices