Problemas de destete en la madre deprimida

La interrupción repentina y prematura de la lactancia tiene consecuencias para la madre y para el bebé. Si se trata de una madre con problemas afectivos, estas consecuencias tienen mayor relevancia para ambos.

depresion y destete
Foto cortesía de Avelardo - Flickr.com

Existen una serie de factores de riesgo, asociados al destete, que tienen mayor repercusión en madres con problemas depresivos:

  • Dolor en el pecho: Tras el cese de la lactancia de forma súbita, la mujer puede experimentar hinchazón en el pecho, lo cual favorece la aparición de abcesos o la mastitis.
    Por ello se hacen necesarias una serie de medidas para aliviar la hinchazón, como pueden ser el empleo de un extractor de leche o aprender a realizar la extracción manual. También es útil el hielo. La mujer deberá vigilar cualquier síntoma de infección o inflamación en la mama. Existen medicamentos para el tratamiento de enfermedades mentales que pueden favorecer la producción de leche, pero intensificar las molestias y hacer más largo el período de transición
  • Cambios hormonales maternos: El destete genera cambios en los niveles de progesterona, estrógenos y prolactina, y en consecuencia altera el estado de ánimo de la madre y empeora su estado depresivo. Además, la liberación de oxitocina a la sangre cada vez que la madre amamanta a su hijo, supone un efecto muy positivo para el ánimo, que ahora desaparece
  • El cuidado del hijo: La actitud voluntariosa de familiares y amigos va menguando con el paso del tiempo, y la madre comienza a padecer una carga de actividades diarias que repercuten en su estado de ánimo delicado
  • Economía: En muchos casos, parejas jóvenes con limitaciones económicas experimentan una sobrecarga condicionada por los gastos. A la necesidad de alimento se suma el coste de las enfermedades que afectan con mayor frecuencia al bebé.
    Además, el destete supone el retorno de la fertilidad, y se hace necesario el uso de anticonceptivos, otro suplemento que influye en la economía familiar
  • Efectos sobre la vinculación afectiva: La lactancia garantizaba un tiempo de contacto entre madre e hijo, y el cariño era favorecido por la acción de las hormonas. Las madres con problemas afectivos, pueden sentirse incapaces de realizar el esfuerzo que supone atender a su hijo
  • Sentimientos negativos: La madre con problemas afectivos presenta con frecuencia sentimientos de impotencia, falta de capacidad o desesperación. La lactancia servía como bálsamo haciendo que la mujer se sintiera útil y capaz, en armonía con su maternidad. El destete puede ser recibido como un nuevo mensaje de incompetencia

Factores que afectan al bebé:

El cese de la lactancia también repercute en el niño. Para empezar, se incrementa el riesgo de trastornos en la salud como alergia, diabetes tipo 1, obesidad y enfermedad de Crohn. Las enfermedades infecciosas que afectan al área otorrinolaringológica, la diarrea y los problemas intestinales, aumentan.
Se ha comprobado la importancia de la unión entre la madre y el bebé para el desarrollo y crecimiento del mismo. La ruptura del vínculo por el destete puede comprometer el equilibrio emocional, y se baraja como factor implicado en una futura depresión enraizada en la infancia.
Se constituye de esta forma un círculo vicioso, porque un hijo con mayor frecuencia de enfermedad es más dificil de consolar, y se ven comprometidas las capacidades de una madre que presenta problemas de base. La madre experimenta mayor desesperación y sensación de incapacidad. Por último, hay que considerar el componente genético de los problemas mentales, que sumado a un caldo de cultivo como éste, predispone a problemas a largo plazo para el bebé.

Conclusión

Más allá del planteo de esta situación, en la actualidad, una mujer con problemas de depresión, puede ser atendida de inmediato por un psicólogo y comenzar un tratamiento eficaz, que sin duda la beneficiará a ella y a todo su entorno.