Desarrollo de un embarazo de 34 semanas
El tamaño de tu bebé es similar al de una sandia y si naciera en esta semana seguramente lograría sobrevivir.
El tamaño de tu bebé es similar al de una sandia y si naciera en esta semana seguramente lograría sobrevivir.
La edad gestacional del feto en un embarazo de 34 semanas, es de 32 semanas. Seis semanas te separan del parto.
Tamaño del bebé
Su tamaño es de, aproximadamente, 45 centímetros.
Analogía del bebé con algo
A las 34 semanas de embarazo, el tamaño del feto es similar al de una sandia pequeña.
Peso del bebé
Su peso es, aproximadamente, de 2 kilos y 100 gramos.
Tamaño de la panza, altura uterina
La altura uterina en la semana 34, está entre los 32 y 34 centímetros.
Estudios aconsejados para esta altura del embarazo
Durante el tercer trimestre se realizan los exámenes de sangre y orina correspondientes.
Entre las 28 y 37 semanas, se realiza la ecografía de este trimestre.
Síntomas en la embarazada
Es posible que por esta semana tu ombligo comience a sobresalir debido al gran tamaño del útero.
La falta del aire seguirá estando presente durante estos días y, de seguro, hasta el final del embarazo.
Las contracciones de Braxton Hicks, que preparan el útero para el parto, aumentarán a medida que avance el embarazo.
La proximidad del parto, trae aparejada un aumento en la ansiedad en la futura mamá, que comienza a tomar conciencia de la inminencia de su maternidad.
Los problemas para conciliar el sueño y dormir relajadamente se agudizan, el insomnio se vuelve una constante por estas semanas.
En vista a la proximidad del parto, es necesario que la futura mamá logre identificar aquellas señales que indican el inicio del trabajo de parto: Contracciones frecuentes y con dolor, ruptura de bolsa, flujo con sangre, dolores similares a los menstruales. Estas son señales que indican que el cuello del útero ha comenzado la dilatación.
El desarrollo físico del bebé a las 34 semanas del embarazo
El sistema nervioso del bebé continúa en desarrollo. Sus conexiones cerebrales son muy dinámicas y los tejidos cerebrales se incrementan considerablemente.
Sus pulmones ya están desarrollados por completo. Por ello, un bebé que nace por estas semanas, tiene amplias posibilidades de sobrevivir.
El bello (lanugo) que cubría hasta hace poquito al feto, empieza a desaparecer y la capa de cera que cubre la piel del bebé (vérnix) se engrosa cada vez más.
Las glándulas suprarrenales del feto producen las hormonas que estimulan la producción de leche materna.
Si bien el bebé pasa largos períodos durmiendo, está muy atento a los estímulos externos y es muy posible que en ocasiones responda a ellos.
Complicaciones frecuentes en la semana 34 del embarazo
Por estas semanas, podrían aparecer unos granitos o ampollitas de color rojo en el abdomen (también pueden aparecer en nalgas y muslos) que producen muchísima picazón. Se denominan pápulas y placas pruriginosas y urticariformes del embarazo y en general, no revisten gravedad.
Las complicaciones riesgosas más frecuentes a esta altura son: la pre-eclampsia. Variaciones en la presión arterial y pérdida de proteínas en la orina. Se manifiesta a través de fuertes dolores de cabeza, puntadas y visualización de luces destellantes. Esta complicación, puede desencadenar una enfermedad mucho más compleja: Eclampsia.
Aspectos psicológicos de la madre y su entorno
La inminencia del parto provoca alteraciones emocionales en la futura mamá. Dentro de muy poco tiempo (seis semanas) su vida va a cambiar por completo, va a dar un giro de 180 grados y ella debe estar preparada para afrontar estos cambios de la mejor manera.
Pero esto no siempre se da así y muchas veces la embarazada comienza a sentirse extremadamente ansiosa, nerviosa, etc. y esto no es bueno para el bebé. Ya que como es sabido, todas las emociones de la madre son transmitidas al bebé y lo afectan de manera directa.
Para que los trastornos emocionales de estas últimas semanas no empañen el transcurso del embarazo, del parto que se aproxima y el nacimiento del bebé, es fundamental la contención del entorno.
No sólo de la pareja, familia y amigos, sino que también juegan un rol preponderante aquellos ámbitos en los que la embarazada puede compartir sus experiencias y miedos con personas en su misma situación. Es así que las clases de parto, las clases de gimnasia para embarazadas, yoga para embarazadas, Pilates, etc. son de gran ayuda para estos momentos.
Cuando la angustia, los trastornos emocionales exceden lo esperable para esta etapa, puede tratarse de una depresión del embarazo, y es necesaria la consulta con un especialista de inmediato.