El beso de Singapur: un orgasmo inolvidable
Milenaria técnica de estimulación sexual masculina, que se asemeja al sexo oral y provoca un intenso orgasmo en el hombre.
Milenaria técnica de estimulación sexual masculina, que se asemeja al sexo oral y provoca un intenso orgasmo en el hombre.
Cuando se trata de sexo y placer en la pareja todo vale, siempre y cuando ambos estén de acurdo. El beso de Singapur también llamado pompoir o kabazza (en árabe), se trata de una técnica milenaria de estimulación sexual que tiene su origen en la India hace más de 3000 años . La mujer estimula el pene con su vagina con movimientos del músculo pubocoxígeo, que se asemejan al placer producido por la succión del pene durante el sexo oral, de allí su nombre. La leyenda dice que una prostituta de Shanghái, era capaz de sacar el pene de sus amantes de su vagina sólo con moverla.
Cómo es la técnica del beso de Singapur
La técnica no es sencilla, si bien existen mujeres que la dominan de forma natural, otras requieren de práctica y ejercitación del músculo pubocoxígeo. Pero el resultado vale la pena: un orgasmo intenso e inolvidable para el hombre y la satisfacción de ser la merecedora de todos los méritos para la mujer.
El sexólogo Robert Ferreto Vargas enseña la técnica del beso de Singapur:
Se desarrolla con el hombre acostado y relajado y la mujer sobre él. Es asemejar el sexo oral, ya que durante la penetración existe una succión. Eso va a depender de la fortaleza del piso pélvico de cada compañera, para que lo haga con mayor o menor fuerza. Bien aplicado se dice que intensifica los orgasmos en ambos géneros. La vagina produce un efecto semejante al de la boca y se trabaja el músculo pubocoxígeo para estimular la erección masculina.
- Una de las formas de realizar el beso de Singapur es el hombre acostado boca arriba y la mujer montada sobre él de modo de llevar el control.
- Él debe permanecer absolutamente pasivo y ella será la encargada de todo.
- Se introduce el pene en la vagina y tanto la pelvis como las caderas de la mujer permanecen quietas, los movimientos se realizan con las contracciones incesantes, rítmicas e intensas del músculo pubocoxígeo, que es el encargado de simular una succión como la del sexo oral, provocar el placer y en consecuencia el orgasmo masculino.
- La comunicación es fundamental, ya que el varón deberá comentar a la mujer si siente la presión en su pene ejercida por la musculatura de la vagina de ella y así ésta controlarla.
- En un comienzo, cuando aún no se controla la técnica completamente, lo ideal es que la mujer se concentre sólo en las contracciones de la musculatura de su vagina y la conexión a través de miradas y dialogo con su pareja y deje de lado otros movimientos. Sin embargo, una vez que la domine, puede acompañarla y complementarla con meneos pélvicos y demás.
Cómo ejercitar el músculo pubocoxígeo
Los ejercicios de Kegel son ideales para entrenar el músculo pubocoxígeo y además son beneficiosos para fortalecer el suelo pélvico y prevenir incontinencias urinarias luego de los partos y producto del envejecimiento.
El sexólogo argentino Ezequiel López comenta sobre los beneficios de estos ejercicios para el beso de Singapur:
Para que la mujer pueda hacer este trabajo de contracción puede practicar los famosos ejercicios de kegel, que son ejercicios en los cuales se contrae y se relaja este grupo muscular varias veces al día, en series de 20, realizadas tres veces al día haciendo una contracción por dos segundos. Esto genera una tonificación y luego de varias semanas de practicarlo pueden estar más fuertes para hacer esta maniobra.
Otro ejercicio sencillo y muy efectivo, es el de cortar el chorro de orina al ir al baño, aguantar durante unos segundos y continuar, el músculo encargado de realizar esta acción es el pubocoxígeo y así se fortalece.
La sexóloga y psicóloga Raquel Graña explica cómo hacer este ejercicio:
Imagina esta sensación en la mente. Una vez que la tengas, solamente deberás llevarla a la práctica en la realidad. Contrae la musculatura de la orina y la pared vaginal. Notarás la diferencia a medida que trabajas en ella.