Tips para tener sexo por primera vez
Estar plenamente convencida de lo que se quiere y protegerse, es lo más importante en el primer encuentro sexual.
Estar plenamente convencida de lo que se quiere y protegerse, es lo más importante en el primer encuentro sexual.
Muchas veces las adolescentes como forma de demostrarse y demostrarle al mundo que ya son mujeres se precipitan a perder su virginidad, presionadas por un entorno que muchas veces acelera los tiempos. Si bien lejos han quedado los tiempos en que la virginidad era el bien más preciado que una mujer podía tener y debía reservarlo para su futuro marido, es importante que ella se quiera, se valore y se tome el tiempo necesario para estar absolutamente convencida de que iniciarse en la vida sexual activa es lo que realmente quiere y que está lista para hacerlo. Por ello, algunas sugerencias en este sentido son:
- Lo fundamental es que la mujer esté totalmente segura de que quiere tener su primera relación sexual, que sea una decisión personal, meditada, reflexionada, sin presiones del entorno ni de su pareja. El tiempo de cada mujer es muy personal, tal vez algunas estén preparadas a los 15 y otras recién a los 18. Cuando una a decidido que es el momento indicado para tener sexo por primera vez, es importante buscar información seria, leer al respecto, asesorarse con sexólogos, ginecólogos, etc.
- Jamás ocultar que se es virgen y que se tiene miedo. De este modo lo único que se conseguirá es que sea muy frustrante el encuentro, ya que lo más probable es que si el compañero es experto, note que se le ha mentido y esto hará todo mucho más vergonzoso
- Es muy importante que la mujer esté muy segura de que el compañero es el indicado, de que la va a cuidar, respetar sus tiempos y temores
- Poder transmitirle a la pareja los miedos es básico para que el encuentro sea más placentero para ambos y para que el mismo pueda preocuparse por tomarse el tiempo necesario para tranquilizar a su compañera
- Utilizar protección en la relación sexual es fundamental, es una prueba de amor al otro y a uno mismo, además de una muestra de madurez y responsabilidad. Protegerse tanto de embarazos no deseados como de enfermedades de transmisión sexual, de las que únicamente se evita el contagio a través del uso del preservativo
- Es importante que la mujer esté segura y conforme consigo misma y con su cuerpo, para de este modo no estar al momento del primer encuentro sexual más preocupada por como su compañero verá su desnudez que por disfrutar del mismo
- Para que la penetración la primera vez no resulte tan dolorosa para la mujer, los juegos eróticos previos resultan fundamentales (las caricias, los besos). Muchas veces por los nervios y la tensión que conlleva esta situación, la mujer no se lubrica lo suficiente y la penetración resulta dificultosa, la utilización de lubricantes para los genitales femeninos pueden ser de utilidad en estos casos
- Estar lo más relajada y tranquila posible facilitará mucho que la penetración no sea tan dolorosa, por ello crear un clima distendido, romántico (música suave, velas) puede favorecer que la mujer se distienda y pueda disfrutar al máximo de su primera vez. Es fundamental que se tome el tiempo suficiente y si aún no está preparada, avisar a su pareja y pedirle intentarlo un rato más tarde
- No poner muchas expectativas en esta primera relación sexual. En general, los primeros encuentros sexuales no son satisfactorios para las mujeres debido a los temores, las presiones, los tabúes y las décadas de represión sexual femenina. Por ello, sólo el tiempo, la práctica y los encuentros deseados serán la mejor forma de comenzar a disfrutar del sexo plena y saludablemente
Tener relaciones sexuales placenteras es una de las experiencias más maravillosas para el ser humano. Pero los tiempos sexuales de las mujeres son muy diferentes a los de los hombres, ellas requieren mayor tiempo de preparación para la primera vez y más dedicación para la excitación, por ello los juegos previos son muy importantes, ya que lo emocional es fundamental para el placer femenino. La mujer pese a haber sido relegada en lo referente al goce sexual durante décadas, se ha liberado y comenzado a disfrutar de su sexualidad en todos los sentidos, tanto en la autosatisfacción (masturbación) como en los encuentros con el sexo opuesto o con el mismo sexo.