Reconocer a una feminazi

Tiene la obsesión de reducir la participación del hombre en la sociedad.

reconocer a una feminazi

Una feminista que se precie de serlo, evitará por todos los medios, ser catalogada como una feminazi, porque las razones de ser de su existencia se hallan en polos opuestos. La feminista busca la igualdad, mientras que la feminazi, la dominación.

¿Cómo identificar a una feminazi? Aquí algunas señales de su comportamiento.

1 Rechazo a la figura masculina

El hombre es concebido como un ser cruel y despiadado, mientras que la mujer es siempre la víctima indefensa que está a merced de las maldades. Llegan, incluso, al punto de considerar a sus propios hijos varones como una amenaza a su integridad.

2 Equiparación al hombre en actividades físicas

“We can do it” es la frase que usaron como consigna las feminazis para afirmar que eran capaces de realizar el mismo trabajo de los hombres, incluso aquellos que requerían de fuerza física. Así, el hombre se convertía en ser prescindible, útil solo para perpetuar la especie.

3 Conductas y ropa masculinas

Al ser el hombre, imagen de fuerza y dominación, ellas adoptan formas de vestir y modales masculinos con el fin de reducir la participación del hombre en el desenvolvimiento social. Incluso en el ámbito sexual asumen roles masculinos a través de objetos diseñados especialmente para la ocasión.

4 Exaltación enfermiza de lo femenino

En sus marchas de reivindicación suelen exaltar los fluidos propios del cuerpo femenino, en especial la menstruación, aduciendo que por mucho tiempo fue objeto de represión de parte de la dominación masculina. En ese sentido, muestran al público la sangre menstrual como símbolo de liberación del machismo. Existe un movimiento, incluso, el “free blending” que se opone al uso de las toallas higiénicas en los periodos menstruales.

5 Oposición a las religiones

El rechazo está basado en el papel represivo de las religiones que han respaldado por siglos la cultura machista, relegando a la mujer y considerándola incluso, objeto de pecado.