Hernia umbilical
En la mayoría de los casos se corrige sola al cumplir el niño los 3 o 4 años.
En la mayoría de los casos se corrige sola al cumplir el niño los 3 o 4 años.
¿Qué es?
Es un pequeño hueco, un abultamiento (que en ocasiones contiene tejido abdominal), que se forma en la pared interna del abdomen y que se hace visible en la cavidad abdominal debajo del ombligo.
Generalmente el niño nace con ella, pero no se evidencia sino hasta que cae el cordón umbilical, algunas semanas después del nacimiento, sobre todo cuando el niño contrae los músculos abdominales, ya que presiona el contenido abdominal, grasa o líquido, provocando el abultamiento. Habitualmente la hernia umbilical no es de riesgo ni produce dolor al niño y se corrige sola, encogiéndose y cerrándose cuando éste cumple los 3 o 4 años de edad.
Causas
El anillo umbilical se conforma por tejidos y músculos que posibilitan el pasaje de los vasos sanguíneos dentro del cordón a través de los que el feto recibe el alimento. Generalmente este anillo se cierra antes de que el bebé nazca, pero si no cierra bien el tejido puede sobresalir o debilitar los alrededores del ombligo. Se desconoce con exactitud cuál es la causa, ni como prevenir para que el anillo umbilical se cierre completamente. Pero algunos factores que interfieren con el normal desarrollo del feto pueden influir, por ejemplo en los prematuros, puede ocurrir que la pared abdominal no haya completado su desarrollo al momento del nacimiento del niño.
Síntomas
- Abultamiento bajo la piel del ombligo que se hace más evidente cuando el niño contrae los músculos del abdomen, al realizar actividades cotidianas tales como pararse, sentarse, llorar, toser, etc.
- Raramente produce dolor
Diagnóstico
El diagnóstico de hernia umbilical, se efectúa mediante la revisación física, la examinación abdominal, valorando el tamaño a través del tacto del abultamiento, del exceso de piel en la abertura de la musculatura del abdomen, la apariencia y la forma de la misma.
Tratamiento
En general el tratamiento de una hernia umbilical consiste en el seguimiento y la observación de la misma, ya que en la mayoría de los casos, más del 95%, se cierran solas cuando el niño cumple los 5 años y en un 90%, cuando alcanzan los 3 años de edad. Por lo que debido a los riesgos que implica una anestesia, no se recurre a la cirugía salvo en las ocasiones excepcionales en que realmente amerite cerrar o reparar la hernia umbilical. Se trata de una cirugía menor cuyos riesgos son muy bajos y los resultados y el pronóstico son generalmente muy alentadores (existe la posibilidad de que pueda reaparecer pero no es lo más habitual).
No es precisa la colocación de métodos de compresión del tipo de fajas, ombligueros, vendas, yeso o cintas, ya que estos han comprobado no sólo ser efectivos en cuanto a acelerar el proceso de cierre de la hernia, sino que además pueden producir irritación o infección en la zona.
Casos excepcionales en los que se hace necesaria la reparación quirúrgica de la hernia umbilical
- Si hay dolor (posible pellizco del Epiplón -lámina que cubre el hueco abdominal- o atascamiento -contenido abdominal atascado en la hernia-, lo que es muy poco común)
- El niño ya tiene 3 ó 4 años y la hernia aún no se cierra
- Existe riesgo sanguíneo
- La hernia es muy grande (mayor a 2,5 centímetros)
- Si es un poco grande, por prevención se puede optar por la cirugía, ya que puede aumentar mucho su tamaño
- Cuando estéticamente es desagradable, si los padres desean que el niño sea sometido a una intervención quirúrgica. Pero aún en estos casos el médico puede recomendar esperar hasta que el niño sea más grande para ver cómo evoluciona y si cierra sola