Síndrome de Reye

Es una grave enfermedad que se presenta con mayor frecuencia en los niños de menos de 10 años y tiene una alta tasa de mortalidad

Síndrome de Reye
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Se tarta de una grave enfermedad que se presenta generalmente en niños de menos de 10 años. Es una encefalopatía aguda y problemas con la función hepática. Se presenta más frecuentemente en niños de entre 4 y 12 años. En general en los de 5 a 9 ocurre junto con varicela y en los de 10 a 14 con gripe.

Síntomas

  • Náuseas y vómitos: En general el síndrome de Reye empieza con vómitos que se prolongan por horas y sigue con agresividad e irascibilidad
  • Letargo
  • Cambios en el estado mental
  • Crisis epilépticas
  • Confusión
  • Pérdida de conocimiento
  • En la medida en que el síndrome se agrava, el niño puede tener dificultades para estar alerta y despierto
  • Coma
  • Postura de descerebración: Brazos estirados y derechos dirigidos hacia el cuerpo; piernas estiradas y dedos de los pies hacia abajo
  • Hipoacusia
  • Dificultades del habla
  • Visión doble
  • Parálisis de piernas o brazos o pérdida de la función muscular
  • Debilidad de piernas y brazos

Diagnóstico

Para el diagnóstico del Síndrome de Reye pueden indicarse los siguientes exámenes:

  • TC de la cabeza o IRM de la cabeza
  • Examen de amoníaco sérico
  • Análisis bioquímico de la sangre
  • Pruebas de la función hepática
  • Punción raquídea

Tratamiento

El Síndrome de Reye no tiene un tratamiento concreto. Los médicos observan la gasometría arterial, la presión intracerebral y el equilibrio ácido-básico (pH) de la sangre.

Los cuidados pueden abarcar:

  • Administración de líquidos vía intravenosa para proveer al organismo glucosa y electrolitos
  • Esteroides para disminuir la inflamación del cerebro
  • Respirador en casos de coma profundo

Pronóstico

El pronóstico depende en gran medida de la gravedad del coma y de otros factores. Es una enfermedad que tiene una elevada tasa de mortalidad, de entre un 20 y un 40%. Sin embargo, en aquellos casos que el paciente supera el episodio agudo, el pronóstico puede ser favorable.

Complicaciones

El coma y las crisis epilépticas si no son tratadas pueden llegar a causar la muerte.