Placenta envejecida

Se habla de placenta envejecida cuando la misma madura más rápido de lo normal y en consecuencia no cumple con sus funciones de nutrir al bebé dentro del útero.

embarazada con pegatinas con las semanas de embarazo

La placenta es el órgano que se forma en el embarazo dentro del útero para alimentar al bebé con nutrientes y oxígeno. La misma tiene un ciclo de vida, va madurando durante el trascurso de la gestación cumpliendo determinadas funciones y finaliza tras el parto. Se la denomina según la etapa, el grado de maduración: placenta de grado 0, I, II o III.

Grado de maduración de la placenta:

  • Grado 0: este grado abarca el primer y segundo trimestre del embarazo.
  • Grado I: corresponde, aproximadamente, a la semana 31 de la gestación.
  • Grado II: comienza, aproximadamente, en la semana 36 y hasta el término del embarazo.
  • Grado III: es la placenta calcificada, envejecida que corresponde con el fin del embarazo.

Se habla de placenta envejecida o hipermadura, cuando la misma alcanza el grado II o III antes de la semana 34. En tal caso no cumple con las funciones correspondientes, es decir no ofrece al bebé los nutrientes y oxígeno necesarios para vivir y desarrollarse saludablemente.

Lo normal es que la placenta envejezca en el último mes del embarazo y ya deje de cumplir sus funciones luego de la semana 42. Sin embargo, en algunos casos, ya sea porque el embarazo se prolonga más allá de la fecha prevista (retraso del parto) o se producen determinadas anomalías, esto ocurre antes de tiempo.

Factores de riesgo para envejecimiento placentario

  • Adicción al cigarro.
  • Preclamsia (Hipertensión arterial en el embarazo).
  • Cálculos renales.
  • Diabetes gestacional.
  • Falta de vitaminas o minerales como zinc, hierro o potasio.
  • Trombofilia: esta condición puede favorecer los infartos de placenta lo que puede llevar a que la placenta no funcione correctamente.
  • Cesáreas múltiples.

Cómo puede afectar el envejecimiento de placenta al bebé

El doctor Daniel Pedraza, ginecólogo y miembro de la Unidad de Medicina Materno Fetal de Clínica Alemana, de Santiago, Chile, explica al respecto:

Esta insuficiencia determina mal nutrición intrauterina, lo que está asociado a bajo peso del recién nacido, mayor riesgo de enfermedad y mortalidad en la etapa neonatal, así como también un potencial déficit neurológico e, incluso, mayor riesgo de desarrollar patologías en la adultez como diabetes, hipertensión y enfermedad cardiovascular.

…también se asocia a partos prematuros, presión alta en el embarazo (pre-eclampsia) y desprendimiento de placenta, condiciones que complican frecuentemente la gestación. En los casos más severos puede incluso determinar la muerte del bebé en el útero.

Prevención

Si bien no es posible prevenir el envejecimiento placentario, este puede retrasarse manteniendo hábitos saludables como no fumar, llevar una alimentación saludable y asistir periódicamente a los controles médicos. Éstos últimos son fundamentales para controlar que la placenta cumpla efectivamente sus funciones. En caso de que se detecte que esta ha envejecido y ya no cumple con las funciones correspondientes a la etapa de la gestación, ocurre una insuficiencia placentaria y puede ser necesario inducir el parto, para prevenir posibles complicaciones en el bebé.

El doctor Daniel Pedraza, señala sobre la prevención:

Un adecuado diagnóstico y un inicio precoz de un tratamiento apropiado, ha logrado cambiar la historia en mujeres con complicaciones recurrentes del embarazo, derivadas de una placentación insuficiente. Una vez diagnosticado, decidir el mejor momento para el nacimiento del bebé puede evitar mayores complicaciones a largo plazo o, incluso, en los casos más severos, salvar a un feto en alto riesgo de fallecer en el útero.