Las mejores posturas sexuales para ocultar los complejos

Él abajo y ella arriba para esconder el trasero, cucharita para ocultar la panza…

Para esconder el trasero

La hora de la intimidad puede ser un momento muy anhelado o uno muy temido si se tienen complejos o defectos físicos que no se desean mostrar en la desnudez. Ahí no pantys que disimulen la celulitis, levanten la cola o escondan la panza; es la hora de la verdad.

Pero para poder disfrutar por entero de un buen encuentro sexual con la pareja, hay que dejar de lado los complejos o buscar posiciones que los disimulen y resalten los mejores atributos.

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Para esconder la panza

Si el complejo es la panza, hay varias posiciones en las que se puede disimular. Una de ellas es tumbada boca arriba con las piernas extendidas. Otra es en la postura de cucharita, el hombre por detrás, además así resaltan las caderas, que generalmente, son uno de los puntos débiles de ellos. La tercera es él sentado y la mujer encima de él inclinándose para atrás al tiempo que él la sujeta por la cintura; no sólo se disimula el abdomen, sino que además es una postura muy placentera para lograr el orgasmo.

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Para esconder el trasero

Aquellas mujeres que por el motivo que sea desean ocultar su trasero, deben optar por la posición del Kamasutra llamada el perezoso, que consiste en él tumbado boca arriba y ella sentada sobre él. Así el trasero queda totalmente fuera de la vista del hombre, resaltan los pechos y además es una posición distinta, de dominación, en la que la mujer es la que lleva el ritmo.

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Para disimular la celulitis

Para disimular este defecto propiamente femenino y tan desagradable, lo mejor es tumbarse en la cama boca arriba, apoyándose sobre los codos, con las piernas ligeramente cruzadas. Cuanto más firmes estén los músculos más se disimulará la celulitis, por lo cual buscar en que posición quedan más contraídos. En caso de tener el cabello largo, dejarlo caer por los hombros y hacia los pechos, así se logra una imagen muy sensual.

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Para resaltar las piernas

Si las piernas son el punto fuerte, entonces una decisión inteligente es recurrir a posturas que las resalten y centren la atención desviándola de aquellas otras partes del cuerpo que se busca ocultar o disimular. Para ello, sentarse sobre una mesa alta, estirar y cruzar las piernas poniéndose un poco de costado, si es con tacones mejor aún para despertar aún más sus fantasías.

En realidad todos estos complejos en general no son más que obsesiones femeninas ignoradas por los hombres o dejadas absolutamente de lado por ellos a la hora del sexo. Por lo cual lo ideal, es relajarse más y no permitir que estas preocupaciones superficiales impidan disfrutar plenamente de este encuentro íntimo.