Complicaciones en el posparto
Algunas de las complicaciones en el posparto incluyen la infección puerperal, la hemorragia postparto y la inversión uterina.
Algunas de las complicaciones en el posparto incluyen la infección puerperal, la hemorragia postparto y la inversión uterina.
Tras el parto quedan secuelas a nivel físico como las cicatrices de la episiotomía o de la cesárea que pueden generar algunas molestias en la mamá; las hemorroides como consecuencia del esfuerzo realizado en el trabajo de parto; el preseco de involución del útero que vuelve a su tamaño anterior al embarazo en el que aparecen las dolorosas contracciones, y otros entuertos. Estas cosas son normales y naturales, pero también pueden aparecer algunas complicaciones en el postparto que si no son controladas pueden ser graves.
Infección puerperal
Cuando la flamante mamá experimenta una fiebre que llega o supera a los 38 grados en los días sucesivos al parto y no hay otras causas que la justifiquen, se sospecha de infección puerperal. Estas infecciones generalmente afectan el aparato genital y ocurren en el útero y la vagina, aunque pueden también producirse infecciones renales, vesicales, mastitis, entre otras. Los síntomas más comunes incluyen:
- Malestar generalizado.
- Fiebre.
- Palidez.
- Dolor de cabeza.
- Sensibilidad en el útero.
- Escalofrío.
- Loquios malolientes.
- Taquicardia.
Entre las infecciones postparto más frecuentes se encuentran:
- Endometritis
Se trata de la inflamación del endometrio (mucosa que recubre el interior del útero). Es más común en mujeres que han sido sometidas a cesárea. - Cistitis
Infección de la vejiga como consecuencia de la presencia de bacterias, sobre todo Escherichia coli. Los síntomas más comunes incluyen urgente necesidad de orinar que se asocia con un ardor o quemazón y pequeñas cantidades de orina. - Tromboflebitis
Se trata de la inflamación de una vena como consecuencia de una trombosis. Hay un elevado riesgo de trombosis tras el parto, dado que en el transcurso del mismo, la coagulación de la sangre es mayor de lo normal para prevenir el exceso de hemorragia. Puede ser una tromboflebitis que afecta a venas superficiales (superficial) o una que afecta el sistema venoso profundo, desde los pies hasta la zona ileofemoral. Los síntomas incluyen fiebre, dolor en la zona afectada, hinchazón y en algunos casos enrojecimiento. - Pielonefritis
Ocurre a causa de una infección renal. Se caracteriza por el malestar generalizado, dolor lumbar, fiebre elevada y en algunos casos micción dolorosa. - Infecciones de las heridas quirúrgicas
En algunos casos se infectan las zonas donde se han realizado las incisiones quirúrgicas como el perineo por la episiotomía o el abdomen por la cesárea. Los síntomas en este caso pueden incluir dolor, secreciones de fluidos en la zona de la herida, enrojecimiento, edema y equimosis.
Hemorragia postparto
Puede presentarse en las primeras 24 horas después del parto o dentro de las 6 semanas siguientes. Cuando ocurre en las primeras 24 horas el pronóstico es peor. La hemorragia postparto es una de las mayores causas de muerte materna, conjuntamente con las infecciones.
La hemorragia posparto puede ser consecuencia de:
- Atonía uterina
Los músculos del útero no se contraen luego de la expulsión de la placenta, impidiendo que puedan cerrarse los vasos sanguíneos de la zona. - Retención de restos placentarios
Residuos de la placenta pueden quedar adheridos a la pared del útero y producirse la hemorragia porque el mismo no se contrae para impedirla. - Desgarros del canal de parto
En partos complicados pueden producirse traumatismos y laceraciones, por ello es fundamental que se revise el canal del parto luego del nacimiento del bebé. Un sangrado profuso y de color rojo brillante puede indicar un desgarro.
Inversión uterina
Es una complicación poco común que ocurre enseguida de que es expulsada la placenta. Se trata de la inversión del útero dentro de la cavidad, descendiendo por la vagina hasta llegar a asomar por la vulva.
Generalmente se produce cuando se ejerce una presión continua y en exceso sobre el fondo del útero, ya sea porque la placenta está adherida al útero y no se desprende bien o por la tracción indebida del cordón.
La inversión uterina es una grave complicación que puede causar una abundante hemorragia junto con dolor y en algunos casos shock.